sábado, 17 de octubre de 2009

EL LEGADO DE BELGRANO


La Asamblea General Constituyente resolvió premiar a los vencedores de la batalla de Salta, tanto a jefes y oficiales como a suboficiales y soldados, declarándolos “Beneméritos en alto grado” y entregándoles un escudo de oro, plata y paño, respectivamente. Este escudo está orlado de palma y laurel, encerrando la inscripción: “ La Patria a los vencedores de Salta”. Para el general Belgrano, un sable con guarnición de oro y en la hoja grabado: “ La Asamblea Constituyente al Benemérito General Belgrano”, además “la donación en toda propiedad de la cantidad de cuarenta mil pesos señalados en valor de fincas pertenecientes al Estado”. (1)

Belgrano, en un gesto que lo enaltece, escribió de inmediato al gobierno el 31 de marzo, a fin de que esa suma fuera destinada a la creación de cuatro escuelas públicas, de primeras letras, en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Se sentía honrado por aquella consideración pero hizo la siguiente reflexión, guiado por su interés por el bien público: (2)

“…nada hay más despreciable para el hombre de bien, para el verdadero
patriota que merece la confianza de sus conciudadanos en el manejo de
los negocios públicos que el dinero o las riquezas, que éstas son un
escollo a la virtud, y que adjudicadas en premio, no sólo son capaces
de excitar la avaricia de los demás, haciendo que por principal objeto de
sus acciones subroguen bienestar particular al interés público, sino que
también parecen dirigirse a lisonjear una pasión seguramente
abominable en el agraciado…”

El gobierno aceptó el ofrecimiento de Belgrano y éste remitió, como lo había prometido, el reglamento que debería regir a las cuatro escuelas, siguiendo la influencia de grandes pensadores italianos y españoles, especialmente Condillac y el abate Genovesi.

Podemos destacar entre otros artículos de este reglamento el que se refiere a la misión del maestro: (3)

“…procurará en su conducta …inspirar a sus alumnos amor al orden,
respeto a la religión, moderación y dulzura en el trato, sentimientos
de honor, amor a la virtud y a las ciencias, despego del interés,
desprecio a todo lo que diga a profusión y lujo en el comer, vestir y demás necesidades de la vida, y un espíritu nacional, que les haga
preferir el bien público al privado, y estimar en más la calidad de
americano que la de extranjero”.

El sentido de Patria, que hoy en día exige una revalorización, era una de los elementos fundamentales del pensamiento belgraniano y de la generación de 1810, que fueron los que fundaron nuestra Nación, con un sentido americanista.


1- Instituto Nacional Belgraniano, General Belgrano .Apuntes Biográficos 2da. edición. Buenos Aires, 1996, p.76.

2- Instituto Nacional Belgraniano. General Belgrano. Apuntes biográficos, op. cit., p. 77.

3- Instituto Nacional Belgraniano, General Belgrano. Apuntes biográficos, op. cit., p. 77.

No hay comentarios:

Publicar un comentario