Hallábase en el antiguo Hotel del Tigres, en breve temporada de veraneo, el general Bartolomé Mitre, gran apasioando jugador del "chaquete", y todas las tardes y noches en la terraza sostenía una larga partida con el señor Marco Avellaneda, diputado entonces y presidente de la Cámara.El docor Joaquín V. Gonzalez recién llegado de su terruño montañés, con esa viva curiosidad que traen todos los provincianos por conocer los grandes personajes de la capital, se acercó al serio y grave grupo y se puso a mirar l apartida como un reverente "pato".Después de una hora de hallarse allí los tres, sin hablar palabra, el general se dirige de súbito al novel diputado riojano y le pregunta:
-¿Entiende usted este juego?-No, señor general.-Y entonces, que entretenimiento puede hallar?-Señor, contestó al punto el interpelado: le parece poco interés hallarme en compañía del señor general don Bartolomé Mitre aunque sea sin entender el juego?-No deja de ser una explicación... concluyó distrídamente el prócer, y la partida siguió ta divertida como antes, hasta cerca de las doce de la noche.
Publicada en el diario "La Mañana" de 1911
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