martes, 10 de noviembre de 2009

¿QUIÉN FUE EL PRINCIPE DE LUCCA?

EL PRETENDIENTE A LA CORONA DE LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RÍO DE LA PLATA

 Investigación Prof. Chalo Agnelli
Director del Blog


Mientras la burguesía comercial porteña estaba más preocupada del avance del Protector de los Pueblos Libres don Gervasio José de Artigas, que de la continuidad de la campaña emancipadora que tenía demorada el General San Martín por falta de fondos, el Congreso de Tucumán, en 1818, que años atrás había discutido la coronación de un descendiente de los Incas, ahora sugería a un príncipe europeo.
Primero se propuso a un francés de la casa de Orleáns y así lo suscribió el director supremo Juan Martín de Pueyrredón: ”… a la familia tan querida de nuestros corazones...”.
Frustrada esta intención por la oposición británica, se postuló a un miembro de la casa de Borbón-Parma. Con este fin se envió al canónigo José Valentín Gómez y Cueli en pos de Carlos Luís de Borbón, duque de Lucca: “… joven, casi un niño, del que solo puede enterarse que tocaba el violín y era soberano de un pequeño estado italiano”.
El canónigo se instaló en un cómodo departamento en París que le había alquilando previamente el que había sido su alumno don Bernardino Rivadavia.
Entusiasmado el canónigo Gómez, soñando con la solemne ceremonia de la coronación en la catedral de Buenos Aires - aunque no le gustaba mucho el mozalbete – estaba preparando su atuendo con ese fin y trajo de Europa entre otras prendas un peluquín para tapar su pelada. La chispa popular motivada por la mentada sorna del cura Castañeda, entonaba en las calles una jocosa cuarteta:

         "Mamá Valentina.
         se puso peluca,
         cuando fue a traernos,
         al duque de Luca."


PERO ¿QUIÉN ERA EL DUQUE DE LUCCA?
Carlos Luís de Borbón, nacido en 1799 en Madrid, fue conocido con los títulos alternos de Luís II de Etruria, Carlos I de Lucca y Carlos II de Parma, nació en Madrid, España en 1799. Fue rey de Etruria desde el año 1803 hasta el año 1807 y duque de Lucca desde 1815 hasta 1847 y duque de Parma y Piacenza desde el año 1843, hasta el año siguiente en que abdicó.  
Su sangre era de un azul profundo. Hijo de Luís I de Parma (n.5-7-1773, rey de Etruria 1801-1803 y duque de Parma 1802-1803, + 27-5-1803)  y de la infanta María Luisa de Borbón. Por lo tanto era nieto por vía paterna del duqueFernando I de Parma y de la archiduquesa María Amalia de Habsburgo, mientras que por vía materna era nieto del rey Carlos IV de España (el que abdicó a favor de Napoleón el trono de España) y de la princesa María Luisa de Parma, por lo tanto sobrino de Fernando VII.
Su vida fue un poco andariega. Tironeado por los intereses de unos y de otros fue vapuleado por los tronos europeos como un comodín. Se salvó (y nos salvamos) de la corona rioplatense gracias al mercantilismo británica. Lo que le permitió mejor destino a su descendencia.
Carlos Luís fue nombrado el 27 de mayo de 1803, a la edad de cuatro años, rey de Etruria bajo la regencia de su madre, un paisito inventado por Napoleón para su hermana Elisa.
Sólo 4 años y 6 meses permaneció la corona en su cabeza, pues el 10 de diciembre del año 1807 fue desposeído del título y el reino fue integrado a Italia por Napoleón Bonaparte.

Maria Luisa y Carlos Luís tuvieron que trasladarse a la Corte de Madrid con la promesa  de Napoleón de cederles un trono en otro reino de nueva creación, la Lusitania Septentrional (al norte de Portugal).
Con la derrota de Napoleón y la celebración del Congreso de Viena, el ducado de Parma fue entregado de forma vitalicia a la archiduquesa Maria Luisa de Austria, viuda de Napoleón e hija del emperador Francisco I de Austria. Y el hijo de Napoleón y María Luisa, el Aguilucho, ex rey de Roma, llevó el título de príncipe de Parma, Plasencia y Guastalla hasta el 10 de junio de 1817 que pasó a ser duque de Reichstadt (1811-1832)
Entonces para remediar el arrebato a los Parma se les entregó un pequeño ducado de nueva creación al norte de la Toscana, Lucca.

¿LUCCA?
Lucca es la capital de la provincia Lucca.  Se encuentra entre Pisa (25 Km.) y Florencia.  Su nombre procede de los celtas ligures (Luck), que significa "lugar de paludismo".  A sus habitantes se les denominan Lucchesi. Fue fundada por la civilización etrusca, convirtiéndose en colonia romana en el año 180 a.C. En el S. XI se hizo popular por el mercado de la seda. En 1119 se convirtió en Ciudad Libre y, junto con Venecia, fue la república más longeva de Italia, de 1369 a 1805, hasta que Napoleón se apoderó de ella, coronando a su hermana Elisa Bonaparte como reina de Etruria.

FIN DEL DUCADO
En 1847 la ex emperatriz María Luisa de Austria muere y el Ducado vuelve a los Borbón-Parma y el Ducado de Lucca se integra de nuevo en el Gran Ducado de Toscana.
De modo que Carlos Luís vive otra mudanza de corona, estado y títulos, pero por poco tiempo pues un año después tiene que abdicar como consecuencia de las revoluciones liberales, y lo hace en favor de su hijo con el título el duque Carlos III de Parma.
El pretendiente a la corona rioplatense se jubiló de su vida en una “corte de los milagros” y se instaló en la opulenta ciudad de Niza , donde murió el 16 de marzo de 1883.

¿QUE PASÓ CON SU DESCENDENCIA?

Carlos se había casado el 5 de setiembre de 1820 en Turín con la princesa María Teresa de Savoya (1803-1879), hija del rey Víctor Manuel I de Cerdeña y de la archiduquesa María Teresa de Austria-Este (1773-1832)
El matrimonio tuvo dos hijos: Luisa (1821 – 1823) y Carlos nacido en 1823 en Lucca y muerto en 1854 en Parma; este último fue abuelo de Roberto I de Parma que se casó con su prima, la princesa María Pía de Borbón-Dos Sicilias (*1849-+1882), tuvieron 12 hijos de los cuales 6 fueron retrasados mentales y de un segundo matrimonio con María Antonia de Braganza (*1862-+1959) tuvo otros 12 hijos de entre los cuales, Zita fue la última emperatriz de Austria-Hungría (1919)
Otro hijo de este último matrimonio, Félix de Borbón-Parma (*1893-+1970), se casó con su prima carnal, la gran duquesa Carlota de Luxemburgo. 
De esta saga se deduce que la actual casa reinante del Gran Ducado de Luxemburgo que encabeza el gran duque Juan (n. 1921), desciende en línea directa del príncipe Carlos I de Lucca que fuera pretendiente a la corona de las Provincias Unidas Del Río de La Plata.

BIBLIOGRAFÍA.
Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, Etats Unis, 1817, Nº 74, citados en M. Belgrano, pp. 677- 678.
Villanueva, Carlos A. “La monarquía en América. Bolívar y el general San Martín”. París, pp. 62-63.
http://es.wikipedia.org

sábado, 7 de noviembre de 2009

Dr. Félix Falucho Luna

Tenemos la triste misión de informar que nuestro queridísimo Amigo, Maestro y Presidente de Comité Asesor, Dr. Félix  Falucho Luna, nos ha dejado el jueves 5 de noviembre de 2009.
Lamentamos enormemente la pérdida de quien fuera nuestro admirado monitor histórico, patriótico y personal.
Rogamos rezar por su eterno descanso y para que  su familia y amigos, encuentren consuelo.
 
Prof. Juan Carlos Lombán    
Pte. Honorario             




Lic. Nancy H. Castagnini de Estévez   
Presidente de Com. Directiva


Dr. Guillermo Arbert         

Vicepresidente      
 

Plaza vacía



Gente como uno
por Félix Luna



Imaginemos un día nublado y medio lluvioso, de esos que son tan frecuentes en el otoño porteño. Imaginemos que un vecino resuelve pasarlo junto al río, pescando. Con sábalo o algún bagre, a la tardecita regresa a su casa. Su mujer le pregunta si trae alguna noticia, si vio algo novedoso. El hombre le dice que no: todo lo que hizo fue tirar la línea en las toscas. Ese día podría haber sido el 25 de Mayo de 1810 y ese porteño pudo haber sido uno de los tantos que no se enteró de nada de lo que ocurrió en aquella jornada.
El cabildo abierto del 22 de mayo reunió a menos de quinientos vecinos y Buenos Aires tenía, en ese momento casi 40.000 habitantes. Es decir que sólo el 1 por ciento de la población participó de aquella trascendental reunión en la que se asentaron las bases conceptuales y jurídicas que fundamentarían el relevo del virrey y su reemplazo por una junta designada ­o más bien, asentida­ por el pueblo. Es probable, entonces, que la asamblea reunida más o menos tumultuosamente frente al Cabildo en la mañana del 25 de Mayo, no haya tenido un rating muy superior: 1000 o 1500 vecinos, como máximo. Nuestro pescador habría formado parte, pues, de la enorme mayoría que nada tuvo que ver con la transición del sistema colonial a un régimen nuevo, implícitamente comprometido con la independencia de estas tierras.

Naturalmente, la escasez de participación popular no resta al 25 de Mayo la enorme importancia que tuvo, por varios motivos. En primer lugar, deponer a un representante del rey y reemplazarlo por un cuerpo colegiado era algo insólito y atrevido aunque Cisneros no representara al monarca español sino al organismo que gobernaba en España a su nombre, en vista de la cautividad de Fernando VII. Y aunque esta fuera, en realidad, la segunda oportunidad en que ocurría un hecho como este en Buenos Aires, pues cuatro años atrás una pueblada había exigido la deposición de Sobremonte por su incompetencia y cobardía frente a la invasión inglesa. Pero en 1806 esa verdadera revolución paso casi inadvertida entre las luchas por la Reconquista; ahora, en 1810, el derrocamiento del virrey era el resultado de un tranquilo y racional debate entre unos pocos vecinos, "la parte más sana y principal" de la capital del virreinato.
En segundo lugar, lo que ocurrió el 25 de Mayo fue muy importante porque de algún modo significó la presencia activa de los militares criollos en el proceso político. Las milicias populares que se habían levantado en Buenos Aires desde 1806 estaban compuestas por criollos y por españoles, divididos en regimientos según sus lugares de origen. Pero en esos cuatro años se habían vivido procesos muy diferentes en los cuerpos peninsulares y en los criollos. Aquéllos estaban integrados por comerciantes y artesanos, para quienes el oficio de las armas era una molestia; los criollos, en cambio, por ser pobres, se habían tomado muy en serio sus nuevas profesiones de soldados, vivían de sus sueldos y raciones y concurrían puntualmente a los ejercicios. En poco tiempo adquirieron una capacidad de fuego temible y esta superioridad se vio en enero de 1809, cuando Liniers reprimió fácilmente, con su ayuda, el conato de golpe organizado por el alcalde Álzaga. Ahora, en mayo de 1810, fueron los Patricios quienes hicieron la guardia de la Plaza, dejando entrar a los adictos y rechazando suavemente a los adversarios. Los "fierros" los tenían los regimientos criollos y esta circunstancia fue decisiva para apurar el derrocamiento del virrey Cisneros.
Y una tercera circunstancia notable: tanto en la reunión abierta del 22 como en el compromiso adquirido el 25 de Mayo por los componentes de la Junta, se dejó claramente sentada la necesidad de convocar a los representantes del pueblo de las restantes ciudades del virreinato para que homologaran lo decidido por el de Buenos Aires. Si éste había obrado como lo hizo era por razones de urgencia, como "hermana mayor" ­según dijo Paso­. Pero se reconocía la necesidad de que un paso tan trascendente quedara avalado por el pueblo del virreinato. Y en este reconocimiento venía implícita la idea de federalismo y también la noción de la integridad del virreinato. 

De nada de esto, claro está, pudo enterarse el vecino que en la tarde de esa jornada regresó a su casa con un par de pescados colgando de su hombro... Pero seguramente tardó muy poco tiempo en advertir que lo sucedido ese día también involucraba su propia vida. Porque de comienzos tan triviales como el de esta revolución burguesa y municipal, pueden venir consecuencias tan drásticas como la que conlleva la creación de una nueva Nación. Nada más ni nada menos.

Nota aparecida en Página/12, junio de 1990.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Luces y Sombras en la Manzana de Las Luces





En la Manzana de las Luces (predio delimitado por las actuales calles Perú, Moreno, Alsina y Bolívar de Cap. Fed.), tuvieron origen desde la época de la dominación española, instituciones de carácter científico: ciencias exactas, físicas, naturales, medicina, higiene pública, química, biología, matemática, zoología, botánica, paleontología, geología, topografía, estadística y también funcionó desde 1810, la Biblioteca Pública.
Allí se enseñó a pensar a generaciones, dos personalidades ligadas a la facultad de Cs. Exactas, Luis Federico Leloir y César Milstein, obtuvieron el Premio Nobel.
Aquí también, ocurrieron dos gravísimos atentados a la cultura y la ciencia: en 1767, la expulsión de la Cía. De Jesús, por orden del Rey Carlos III, los Jesuítas fueron presos y deportados, por “primera vez” un grupo de  intelectuales enriquecieron a otros pueblos, el segundo hecho fue en 1966, cuando Cs. Exactas funcionaba en la calle Perú y el Gob. de facto detiene a profesores y alumnos. El resultado fue el mismo que doscientos años antes, muchos emigraron, el esfuerzo del país se perdió y enriqueció a otros. Lo que sí es cierto, es que la génesis de la ciencia y el pensamiento nacional se dio en la Manzana de Las Luces, llamada con justicia así, por el periódico “El Argos” en 1821, año de la fundación de la UBA, cabe destacar que además, fue cuna de la política y la legislatura nacional. Aquí se inauguraron los primeros: museos de Cs., y la imprenta.
En 1916 se funda la primera entidad conservacionista la “Asociación Ornitológica del Plata”. En ‘25 la Manzana fue visitada por A. Einstein quien, dictó ocho conferencias, el acto de recepción se hizo en el Aula Magna del Colegio Nacional. En ‘42, nos visitó el alemán neurobiólogo Ch. Jakob. Desde la década del ’40 en la Manzana solo funcionaban las Facultades de Cs y Arquitectura. Algunas aulas de Exactas y Naturales, habían sido demolidas por Onganía, pero comenzaron a recuperarse después del ’55 con los decanatos de J. Babini y R. García (se destaca a partir de aquí, una de las décadas más ilustres del acontecer científico mundial). En ‘62 se fundó el Inst. de Cálculo y se compró la primera PC con fines científicos. Poco antes del derrocamiento de Illia, la facultad de Cs. Exactas y Naturales, compró la “Ferranti Mercury II” (inglesa), “Clementina”, su responsable fue M.  Sadosky con el apoyo de B. Houssey, luego, fue instalada en, Cdad Universitaria de Núñez. Para sellar el brillo de la Manzana, la ciencia sufre el 29 de julio de ‘66, el garrote policial mencionado, se desalojó a los profesores y alumnos, entre los que estaban el decano R. García, el vicedecano M. Sadosky y el Prof. norteamericano Warren Ambrose (quien dio la noticia  de la brutal “noche de los bastones largos”, al mundo, a través del  “The New York Times”).

La UBA fue fundada con una ceremonia en la iglesia de San Ignacio (la más antigua de la ciudad) en Alsina y Bolívar en 1821, con castillos de fuegos y bailes. Se asentó en la antigua Procuraduría de Misiones de los Jesuítas, en la esquina de Alsina y Perú. En 1825 se convirtieron en aulas los conventos de San Fco. y Sto. Domingo, desde donde no regresarían hasta 1854. En Cs. se formaron Mossotti, Carta Molino y C. Ferraris, quienes utilizaron el observatorio de Sto. Domingo, se distinguieron Senillosa y Chauvet (europeos), sus alumnos fueron, entre otros, Avelino Diaz (matemático y físico) y Fco. J. Muñíz (médico, paleontólogo, zoólogo y corresponsal de Darwin). Durante el período rosista se eliminaron los gabinetes de investigaciones de Mossotti y de otras cátedras de Cs. Exactas, reanudando su actividad en 1854 con la cátedra de física experimental de A. Jacques y de química de M. Puiggani. Aunque fue con Jn. Ma. Gutiérrez que se retomó la actividad científica con la creación en 1865 del Depto. de Cs. Exactas (en la planta baja de Perú y Alsina), donde se formaron ingenieros y profesores. En 1866 fueron contratados los italianos B. Speluzzi (matemática pura), E. Rosetti (matemática aplicada) y P. Strobel (historia natural) y en ‘69 egresaron los primeros doce ingenieros argentinos. En 1870, se incorporan O. Schnyder (botánico alemán) y C. Berg (zoólogo ruso), quien tuvo como prof. adjunto a Fco P. Moreno. Luego de su paso como prof. de botánica en La Plata, Spegazzini regresó a la Manzana a dictar un curso de micología, (es conocido el esfuerzo por falta de presupuesto, sirva como ejemplo, que Schnyder tuvo que guardar en su casa una colección de vegetales argentinos donada por la Acad. Nac. de Cs. de Cba, porque el gabinete de la facultad era húmedo y pequeño). En 1883 la UBA decidió convertir en museo el gabinete de Cs. Naturales, con un huerto botánico, pero faltó presupuesto; en 1881 se nacionalizó (hasta entonces dependía de la Pcia.) y se creó la Fac. de Cs. Fisicomatemáticas, la que diez años después, fue la Fac. de Cs., Exactas, Físicas y Naturales. En la terna de zoología estaban: Berg, Fl. Ameghino y E. Lynch Arribálzaga, fue nombrado Berg, pues Burmeister (creacionista biólogo) se opuso a Ameghino y a Lynch, por ser evolucionistas. Los creacionistas y los evolucionistas rivalizaron (éstos últimos representados por Holmberg y Ameghino con el apoyo de Sarmiento) en las aulas de la calle Perú, (en 1896 se agregó el doctorado en química). Fueron alumnos de Berg: Hicken (botánico) y A. Gallardo, quien recuerda esos días: “…sentados alrededor de una vieja mesa en una pequeña pieza abovedada que perteneció al Antiguo Depto. Topográfico, seguíamos la exposición del profesor…”. Berg, murió en 1902, la cátedra de botánica la tomó Holmberg y la de zoología Gallardo, quien amplió el Antiguo Gabinete de Historia Natural, donde instaló también un acuario.
Desde la Manzana partieron expediciones científicas, las primeras dirigidas por el Prof. Doello Jurado, hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, Holmberg, Ameghino y Sarmiento, impulsaron la teoría evolucionista en el país, (Holmberg además, fue director del Jardín Zoológico por varios años).
En el S. XX se incorporaron los estudios en geología con aportes a la protección del petróleo por YPF y la búsqueda de otros recursos. En la Manzana, el Depto. de Geología fue dirigido por González Bonorino, entonces el prof. ingeniero y geofísico Valencio, realizó aportes sobre paleomagnetismo en cooperación con colegas europeos. Estos trabajos, de la década del ’60 permitieron determinar cambios en los polos magnéticos y el desplazamiento de las placas continentales. En la Manzana brillaron: Babini, R. García, Sadosky, Giambiagi, Varsavsky, Leloir, Santaló, Klimovsky y tantos otros. Entre ‘62 y ‘65 Leloir, fue director del Depto. De Química Biológica.
Se le debe a la barbarie del período de Onganía, la demolición de la Fac. de Cs. Exactas y Naturales, pero la Manzana, conserva el espíritu de quienes erigieron la intelectualidad nacional y son orgullo. Hoy, su paso por esos salones lo recuerda la palabra “UNIVERSIDAD” tallada sobre la calle Perú 222.
Finalmente, hay que agregar que en la Manzana funcionó el Tribunal del Protomedicato creado por el Virrey Vértiz en 1779, para ordenar las actividades médicas y paramédicas, su sede sería el antiguo Colegio de los Jesuítas, hoy Nac. Bs. As. Fue dirigido por el inglés M. O’ Gorman, llevó la vacuna a España y al Río de la Plata, fundó allí, en 1801, la Escuela de Medicina y en 1826 el Depto. de Medicina de la Universidad, con C. Argerich (h), Jn. Mtes de Oca y Fco. J. Muñíz como profs, luego, se trasladó. En 1860 se adosaron las antiguas oficinas de Administración de la Vacuna y el Consejo de Higiene Pública de la Ciudad, sobre la actual calle Moreno.
G. Furlong, historiador Jesuítas, dijo: “… no podemos ni debemos romper con el pasado glorioso de nuestra cultura, antes debemos conocerle para quererle”, estas palabras dieron origen y sentido a nuestro Instituto.

Homenaje a los hombres y mujeres que hicieron, hacen y harán  posible este país
Nancy Hebe Castagnini de Estévez (historiadora)
Miembro del Inst. Inv. Hist. de la Manzana de las Luces - Perú 272 CABA. / TE. 4342-3964

CARAS Y CARETAS 1898 - 1910